Los bares sociales son lo último que se cierra, aunque cuesta mucho mantenerlos abiertos

Los bares sociales son lo último que se cierra, aunque cuesta mucho mantenerlos abiertos.

Un análisis de los bares sociales, en municipios de menos de 1000 habitantes en las comarcas Campo de Daroca y Jiloca, demuestra que cada vez es más complicado mantenerlos abiertos. La necesidad de que sean más rentables económicamente y de afianzar a las personas que los gestionan son dos de los grandes retos a los que nos enfrentamos.

Durante los meses de Enero a Marzo de 2025 se ha realizado un cuestionario a los diferentes municipios de las dos Comarcas del territorio de ADRI Jiloca Gallocanta, con la colaboración del Área de Desarrollo Local de la Comarca Campo de Daroca. El objetivo de esta acción era hacer una fotografía, más al detalle, de la situación de los bares en las pequeñas localidades para, posteriormente, poder plantear actuaciones más concretas.

De las 90 localidades analizadas de estas dos Comarcas,  32 ya no disponen de servicio de bar, lo que supone un gran problema ya que “el bar es lo último que se pierde”. A parte de estas, en 18 localidades más expresaron su problemática de mantener la gestión del servicio, sobre todo, en el caso de locales de titularidad municipal. Esta situación se ha analizado detalladamente y en 31 de los bares, la gestión del establecimiento por una misma persona es inferior a 5 años, lo cual demuestra la volatilidad a la que nos enfrentamos.

Estamos hablando de locales que en su mayoría son públicos y que, además, sus instalaciones son muy buenas. Las localidades suelen hacen grandes inversiones en estas infraestructuras: son locales de más de 60 metros cuadrados, que suelen tener cocinas, terrazas exteriores o incluso interiores. Algunos ganan viabilidad al potenciar servicios adicionales como pueden ser multservicios rurales, servicios de habitaciones, restauración, hornos de pan, espacios de ocio, etc.

Otros bares sociales no son del todo viables y, además, los ayuntamientos tienen problemas para sacarlos a licitación ya que es complicado cumplir con la ley de contratación cuando se gestiona este tipo de servicios. Por todo esto, los Ayuntamientos creen que una serie de ayudas para el mantenimiento, beneficios fiscales (para los gestores y los propios ayuntamientos) o el acompañamiento a la hora de la selección de las personas que van a gestionar el local ayudaría mucho en que estos servicios fundamentales pudieran seguir en funcionamiento.

En el caso de los bares de titularidad privada el funcionamiento es muy diferente, la mayoría llevan muchos más de 10 años con las puertas abiertas, aunque en este territorio son muy escasos este tipo de establecimientos.

Desde las entidades que hemos iniciado este análisis hemos empezado a dar pasos, conforme a las peticiones recibidas y la capacidad que tenemos para poderlas llevar a cabo. Por parte de la Comarca Campo de Daroca se va a comenzar a dar formación en herramientas de marketing a aquellos gestores de bares sociales que están empezando ahora su andadura y por parte de Adri Jiloca Gallocanta, a través del proyecto de cooperación “Pueblos vivos Aragón”, se va a hacer una guía de estos locales en su página web con el fin de darles visibilidad.

Posteriormente se van a seguir dando pasos para mejorar la situación de estos servicios, los cuales son muy importantes para que en los pueblos sigan existiendo espacios de sociabilización. La colaboración y la generación de redes casi siempre es la mejor respuesta para las diferentes problemáticas que surgen en el medio rural.